Desde el año 2010, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha instalado un total de 92 radares de tramo en las carreteras de nuestro país. Este organismo ha puesto a disposición toda una gama de dispositivos tecnológicos que complementan las funciones de la Guardia Civil de Tráfico.
En Grupo ABSA te vamos a explicar en qué consiste un radar de tramo, cómo funciona y las sanciones pertinentes por una mala conducción ante este dispositivo. ¡Adelante!
¿Qué es un radar de tramo?
El radar de tramo es un tipo de radar que determina la velocidad media en un determinado tramo de la carretera y no la velocidad concreta en un único punto de la carretera, como los radares tradicionales, fijos o móviles.
Se trata de un tipo de dispositivo que funciona a partir de la emisión de ondas electromagnéticas que impactan contra un objeto y se reciben de vuelta, para determinar la posición y velocidad aproximada.
Este tipo de radar utiliza dos cámaras de visión artificial situadas en ambos extremos de un tramo de la vía. De esta forma, se calcula la velocidad media de los vehículos, sancionando a aquellos que incumplen la normativa y los límites de velocidad.
¿Cómo funciona el radar de tramo?
Como hemos mencionado, este tipo de radar funciona a partir de una cámara de visión artificial similar a la de los semáforos de algunas ciudades. Cada una de las dos cámaras que llevan integradas, una por carril de la vía, se encarga de grabar de forma continua e interrumpida a los vehículos que circulan mediante la luz infrarroja.
Ambas cámaras se sincronizan de forma automática por la fibra óptica y mediante satélite, de modo que funcionen ambas a la misma vez. La información recogida a través de las cámaras es directamente sincronizada y enviada a un ordenador central, encargado de comparar las matrículas de los vehículos y calcula los tiempos de paso y la velocidad media de cada vehículo.
En caso de sobrepasar el límite de velocidad legal en el tramo de la carretera, el conductor será sancionado de la misma forma que con un radar tradicional, enviando los datos al Centro de Gestión de Denuncias Automatizadas.
Las sanciones del radar de tramo
Como hemos indicado, si la velocidad media calculada supera la velocidad legal de la carretera en cuestión, los datos serán transmitidos de forma automática e instantánea al correspondiente organismo de denuncias.
Primero se realizan las previas comprobaciones cuando se recibe la sanción, emitiendo los boletines de denuncia, paso previo a su notificación al dueño legal del vehículo que conste en los registros. Los vehículos que han abandonado el tramo por una salida anterior, o se han incorporado a la circulación pasado el inicio del mismo, no son controlados ni sancionados.
En un control de tramo, es realmente recomendable utilizar el limitador de velocidad del vehículo o el conocido control de crucero. La utilidad reside en que podemos programar de forma precisa la velocidad máxima del tramo y la velocidad media real.
Hay que tener en cuenta que la tracción cuesta abajo no es tan efectiva, ya que los frenos no actúan con tanta precisión. Por último, recuerda que si atraviesas un control con un radar de tramo a 100 km/h y la velocidad media resultante es de 101 km/h, se da la infracción leve con resultado de 100 euros sin descuento y sin pérdida de puntos.
¿Cuánto tarda en llegar una multa de radar de tramo?
Es importante tener en cuenta que las multas procedentes de los radares de tramo no constituyen una notificación instantánea, como es el caso de otro tipo de radares. La administración correspondiente dispone de un plazo máximo de entre tres y seis meses para proceder a la notificación de la infracción, remitida directamente al propietario del automóvil.
En el caso de una sanción detectada por un radar de velocidad, el tiempo para recibir la infracción es más corto, variando entre una y tres semanas desde que se cometió la infracción.
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